Las máquinas que cuentan con marcado CE nos garantizan que éstas cumplen con unos mínimos de medidas de seguridad que las hacen aptas para su uso.
Los fabricantes están obligados a realizar un análisis y evaluación de los riesgos que presenta la máquina, y a establecer las medidas adecuadas para eliminarlos o reducirlos hasta los niveles tolerables, así como cumplir con las medidas mínimas de seguridad que establece la Directiva de máquinas 2006/42/CE en su anexo 1.
Por lo tanto, cuando realizamos algún tipo de modificación en una máquina, debemos tener en cuenta que es posible que estemos modificando algún aspecto de la misma que pudiera alterar este estudio de riesgos realizado por el fabricante, dando como resultado la generación de nuevos riesgos o el incremento de alguno de los existentes. Si esto es así, la responsabilidad del fabricante con su marcado CE ya desaparecería, puesto que se habría creado una nueva máquina, máquina cuyo fabricante pasa a ser el responsable de dicha modificación.
¿Esto quiere decir que siempre que se modifique una máquina se pierde el marcado CE?
Rotundamente NO.
Hay modificaciones que no afectan a la seguridad o que, si la afectan, si están realizadas dentro de ciertos parámetros, la Directiva de Máquinas los considera adecuados, por lo que no se pierde el marcado CE original.
En próximos posts ampliaremos este tema, añadiendo para finalizar que se deberá evaluar la modificación a realizar para determinar si es constitutiva de la creación de una nueva máquina o no y acotar la responsabilidad de cada una de los actores que influyen en la máquina.